27 agosto, 2012

La palabra

esa es la palabra,
la que describe sin escribir su esencia,
la que azota con sentimientos la lengua del hablante demagogo,
la que sin preámbulos
besa el papel antes que la tinta,
la que emociona la conciencia del escribiente sin mente.

Como último suspiro

Apaciblemente acaricias mi cabeza y despierto,
en amor tocas mis manos,
y al instante siento la armonía de tu corazón.
Siento el infinito espiral 
que eleva tu alma al inconmensurable cielo.
...Así entro en el maravilloso vergel secreto
que esconden tus ojos.

Respirándote.

solo quiero ver detrás de tus ojos,
solo permite que sea la sombra
 que proyectan tus manos por tu vientre,
matriz que acaricia mis esperanzas de amor,
las ganas de vivir en sinergia perfecta.

la armonía que jamas pensé, 
se creo pulcra al saber que ya no eramos
simplemente hojas que el viento mueve.

somos semilla,
somos árbol y flor de vida,
somos eslabón atado por gracia,
por miradas y amor.
somos lo que conspira en magia universal,
somos el resultado de lo inefable he infinito
para nuestra razón.

transformación



.

Me convierto en carta leída en tus manos,
          En trazo de sol de tu árbol, 

          En aurora y espiga de tu pan.

Es que ya no soy yo,
         Sino mi alma en la tuya, 

          Entre tus ojos y la curva roza de tus labios.

          Entre la risa y el sol que la ilumina.