16 octubre, 2015

Un día normal

la sombra que nos separa mirándonos de espaldas,
es la misma que nos une en un beso,
en un abrazo de dos,
en un llanto que seco mi lagrima.
y de la misma forma,
vive en este cuerpo,
que en simples gestos
se enamoro de tu alma.

hay vidas para todos,
hay muertes sin resurrecciones,
hay cicatrices que nunca maduran,
y besos que jamas se repiten.

en eso y mas,
ya he perdido mucho tiempo,
mejor platico con el aire,
que el sí me trae aromas frescos,
especias por la mañana,
la brisa dando risa,
el astro abrazando en calor.
y de pronto...
de la cortina que asoma en la mampara,
tu silueta envuelta en blanco,
descubierta eres en mi mañana,
mujer simple,
en naturaleza te amo,
tal como mi poesía ama tu amanecer.

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