29 marzo, 2017

En la lagrima de la copa

Estoy a un trago de tocarte,y ya han pasado varias horas desde que comenzó esto, y te prometo que desde que nos sentamos aquí no he parado de mirar tus labios,tus manos... tu alma.

... Y después de tantas veces en que he estado en esta misma situación, mirándote como siempre; mas bien contemplándote, suelo repetir el acto y me transformo en un actor frente a tu encanto, fingiendo que no me importas tanto, bueno... en realidad no tengo techo para eso.

Pero hay algo bien particular -  por no decir único - y es que abriste un portal infinito en el cual cabe no solo las palabras, sino también aquello que hace pausa la respiración, pausa. como cuando quise pausar ese instante en que vi la luz de tu universo, vi tu piel y tus ojos en otro brillo, desnudez no de la carne, desnudez de tus manos sobre mi cuerpo. ahí, en ese momento se hizo pausa eterna... pausa eterna.

ahora después de tal momento sublime, paso mis días como el primer día, y mis noches como cuando acompañaste la mía...

nunca la belleza fue tan pura, y nunca lo puro se sintió tan desbordante, dentellante. brillo que hasta hoy perdura incólume. como cuando dejaste reposar la vida bella en el bosque, y yo mirándote cohesionada, plena.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

gracias por comentar.