11 noviembre, 2015

Como ella misma

cuidaba su desnudez del sol,
era evidente su belleza a ojos ciegos,
a manos atadas,
a días de nubes...

ella solo era visible para quien no viera carne,
no daba notas de asombro.
en su paseo libre por el paisaje
pasaba sin advertir a muchos,
es sutil,
su brillo es oculto
para quien no tiene la misma vía de sombro,
aquella que es sin posesión,
sin fijación a lo propio.

mujer dispersa,
como el viento,
como la luz,
como ella misma,
sabia en su andar
y bella en su despertar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

gracias por comentar.